Tenia un paragüero retirado acumulando polvo en el trastero, hasta que descubrí que el jaleo con los paraguas en invierno, era fácilmente solucionable, con unos pequeños retoques... fue el primero de varios que hice después para regalar, pero este aun hoy en día, sigue a mi lado... aguantando aguaceros...
Comencé con varias manos de imprimación, para después realizar separaciones aleatorias para poder decorar cada una de una forma... papeles patinados y envejecidos... estarcido craquelado para envejecer...y un motivo pintado a mano alzada en azul índigo de artis, imitando una cascada de hiedra... y pan de oro y variegattos para darle el toque señorial que merecía...
A veces creemos que somos nosotros los que elegimos
nuestras pasiones, pero realmente son ellas las que de una u otra forma nos
eligen a nosotros, sin opción a escapar de sus dulces y adictivas redes. Es lo
que hace ya unos años, me paso a mi.. sin buscarlo, la que hoy es mi gran
pasión, me encontró, y sumergida entre pinturas y papeles me deje cautivar por
un mundo que para mi era desconocido hasta entonces... Y a veces las
pasiones, caprichosas, hacen que las personas que se someten a su embrujo se
encuentren y compartan la magia de crear algo inspiradas por las musas que
juguetonas disfrutan saltando de un lugar a otro de la mente hasta dar con la
formula exacta.. eso nos paso a nosotros.. y aun hoy.. cada reto.. cada
proyecto.. nos llena de ilusión.. y nos hace esforzarnos cada vez mas para
lograr no solo la magia.. sino la perfección.. en un mundo perfectamente
imperfecto
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