Poco a poco volviendo a la normalidad... y acabando viejos proyectos, aunque con el gusanillo de hacer cosas nuevas.. así que esta tarde, me he decantado por un trabajo sencillo pero cuyo resultado me ha encantado... la materia prima.. un pequeño botellin de cava (que guarde "por lo que pueda hacer con el alguna vez" al finalizar las fiestas), un resto de una servilleta que me quedo del trabajo anterior, y pintura, gris granito y blanco antiguo, restos de otros proyectos que pedian a gritos usarse porque estaban a punto de secarse.. un poco de cinta de organza, puntilla, cuerda color natural y un boton, cortesia de los restos de las chaquetitas de punto que hace mi madre.. el resultado.. ya esta decorando mi atelier.. solo me falta un flor para que luzca en todo su esplendor...
A veces creemos que somos nosotros los que elegimos
nuestras pasiones, pero realmente son ellas las que de una u otra forma nos
eligen a nosotros, sin opción a escapar de sus dulces y adictivas redes. Es lo
que hace ya unos años, me paso a mi.. sin buscarlo, la que hoy es mi gran
pasión, me encontró, y sumergida entre pinturas y papeles me deje cautivar por
un mundo que para mi era desconocido hasta entonces... Y a veces las
pasiones, caprichosas, hacen que las personas que se someten a su embrujo se
encuentren y compartan la magia de crear algo inspiradas por las musas que
juguetonas disfrutan saltando de un lugar a otro de la mente hasta dar con la
formula exacta.. eso nos paso a nosotros.. y aun hoy.. cada reto.. cada
proyecto.. nos llena de ilusión.. y nos hace esforzarnos cada vez mas para
lograr no solo la magia.. sino la perfección.. en un mundo perfectamente
imperfecto
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